sábado, 21 de junio de 2014

Efemérides


1809 Nace en Córdoba Santiago Derqui, presidente argentino, cargo al que renunció. Murió en Corrientes el 5 de septiembre de 1867.
Su juventud
Derqui nació en Córdoba el 21 de junio de 1809, siendo bautizado Santiago Rafael Luis Manuel José María Derqui Rodríguez en honor a su padre y abuelo, militares de origen gaditano. Tras recibir instrucción privada, como era corriente entre las familias acomodadas de la época, realizó estudios superiores en el prestigioso colegio de Monserrat en la misma ciudad. Entre 1826 y 1831 cursó estudios de derecho y filosofía, y el 22 de diciembre de este año se graduó como abogado por la Universidad Nacional de Córdoba. Obtuvo la cátedra de derecho público pocos años más tarde; sería eventualmente también catedrático de filosofía y vicerrector de la Universidad.
Inicios de la vida política
Simpatizante de la invasión del general José María Paz a su provincia en 1829, editó el periódico oficialista "El Cordobés". Cuando Paz fue capturado en 1831, pidió en nombre del gobernador interino Mariano Fragueiro por la vida del general, aunque probablemente Estanislao López no lo quería ejecutar. Pero Paz le estuvo muy agradecido, y lo acompañó en la cárcel de Santa Fe, como su principal contacto con el exterior.
Regresó a Córdoba en 1833, y fue elegido legislador provincial; llegó a presidir la legislatura durante la gobernación de José Vicente Reinafé. Intentó la expulsión del obispo Lascano, pero éste se refugió en La Rioja y desde allí lo excomulgó. Pero Derqui ni siquiera respondió.
El 7 de agosto de 1835, el gobernador Reinafé fue depuesto por el congreso de la provincia, acusado junto con su hermano del asesinato del caudillo federal Facundo Quiroga en Barranca Yaco. En su reemplazo la legislatura dirigida por Derqui eligió a Pedro Nolasco Rodríguez, pero su parentesco con los Reinafé y el hecho de que no los persiguiera por el crimen motivó la oposición de Juan Manuel de Rosas; para la formación de un nuevo gobierno fue electo Derqui, quien designaría el tribunal que finalmente condenó a los Reinafé.
La figura de Derqui, un destacado antirrosista que hacia públicas su críticas al gobierno porteño, no satisfizo a Rosas, que deseaba un hombre más afín a su perfil en Córdoba, influyó en la realización de nuevas elecciones para consagrar al coronel Manuel López, alias Quebracho; cuando las fuerzas de éste capturaron a tres de los hermanos Reinafé, Derqui fue acusado de negligencia y complicidad con los asesinos y enviado a Buenos Aires como prisionero.
 Oposición a Rosas
 Fue puesto en libertad poco más tarde, y se exilió en la Banda Oriental; fue secretario del gobierno de Fructuoso Rivera, y ejerció el periodismo. Rivera lo designó en 1840 como enviado a la provincia argentina de Corrientes, donde negoció con el gobernador Pedro Ferré la firma de un tratado de alianza contra el centralismo porteño de Rosas.
Se quedó en Corrientes como ministro de gobierno de Ferré, y cuando a mediados de año llegó el general Paz y fue nombrado jefe del ejército de la provincia, ajustó con él sus responsabilidades. Se identificó con el pensamiento federal de Ferré, que centraba la cuestión federal en la navegación de los ríos y la cuestión de la aduana de Buenos Aires.
A principios de 1841 firmó una alianza con el gobernador santafesino Juan Pablo López, que se había pasado de bando a destiempo. Desde abril de 1841, además, editaba el periódico oficialista “El Nacional Correntino”. Asistió como asesor letrado de Paz a la batalla de Caaguazú. En 1842 acompañó a Ferré a Paraná, cuando Paz invadió Entre Ríos, y de quedó en esa provincia como ministro de gobierno del nuevo gobernador, el mismo Paz. Pero como éste tuvo que evacuar la provincia, terminó nuevamente exiliado en Montevideo.

Regresó a Corrientes a fines de 1843, enviado por Rivera a firmar un tratado con los nuevos caudillos unitarios de la provincia, los hermanos Madariaga. Se quedó por segunda vez en Corrientes, dedicado al periodismo político. Tuvo problemas con Juan Madariaga, que pretendía casarse con Modesta García de Cossio, con quien Derqui se casó en 1845, y que le daría su primer hijo al año siguiente. Esta enemistad hizo que el gobernador Joaquín Madariaga lo alejara de la provincia en sucesivas misiones diplomáticas: firmó una alianza con el presidente paraguayo Carlos Antonio López, y gestionó el Tratado de Alcaraz con el gobernador entrerriano Justo José de Urquiza. Se refugió en Brasil después de la derrota de batalla de Vences, y luego regresó a Montevideo
 Confederación Argentina
  En 1852, tras la caída de Rosas y la firma el 31 de mayo de ese año del acuerdo de San Nicolás, Urquiza asumió como líder provisional de la Nación. Sin embargo, la provincia de Buenos Aires no ratificaría el tratado, lo que llevó a su separación de la Confederación.
Urquiza, a cargo de las relaciones exteriores de la Confederación, envió a Derqui en misión especial al Paraguay. Fue delegado por Córdoba al congreso constituyente de Santa Fe en 1853, del cual ocupó la vicepresidencia, y fue uno de los signatarios de la Constitución Nacional Argentina.
En 1854 fue designado para la cartera de Justicia, Culto e Instrucción Pública por Urquiza; poco más tarde pasaría a ocupar la de Interior, en la que permanecería durante todo el gobierno de Urquiza. Desarrolló una actividad intensa y de corte fuertemente ilustrado, promoviendo la creación de colegios, la apertura de una imprenta en la Universidad de Córdoba, reglamentando la enseñanza y la educación de los indígenas, nombrando la comisión encargada de la redacción unificada de los códigos jurídicos nacionales, instituyendo la primer Corte Suprema de Justicia de la Nación y proyectando la construcción de una línea ferroviaria hasta Santiago de Chile.
Fue además enviado con frecuencia como interventor a las provincias, donde su prolongada acción le había granjeado conocidos. Fue interventor federal en Santa Fe en 1856 y en la provincia de San Juan dos años más tarde, para solucionar la crisis iniciada con el asesinato del caudillo Nazario Benavídez, y que desemboacaría en la guerra con Buenos Aires, que culminó en la batalla de Cepeda y el Pacto de San José de Flores. Por su vigor y lealtad —pese a no contar con el carisma personal de los caudillos de la época— Urquiza lo prefirió a Mariano Fragueiro y Salvador María del Carril como candidato a su sucesión. En 1860 fue electo como sucesor de Urquiza, y asumió la presidencia el 5 de marzo de ese año, acompañado por el general Juan Esteban Pedernera.
Presidencia
El panorama de aparente concordia en el que asumió Derqui resultó sólo aparente. Las relaciones con Buenos Aires, en las que éste había desempeñado un papel fundamental como ministro de Urquiza, no eran malas. Bartolomé Mitre, quien había sido electo gobernador por esas fechas, negoció con Derqui las modificaciones a la constitución deseadas para reincorporar la provincia a la Confederación. Sin embargo Urquiza, ahora gobernador de Entre Ríos a cargo de las fuerzas armadas, se resistió a lo que consideró cesiones excesivas a los intereses porteños, y entabló negociaciones independientes con Buenos Aires. Las reuniones trilaterales del 9 de julio de ese año entre Derqui, Urquiza y Mitre para celebrar el aniversario de la Independencia resultaron extremadamente tensas.
Sin embargo, el 18 de octubre de 1860 Derqui promulgó la Constitución modificada según los deseos de Buenos Aires; tres días más tarde el Congreso de la provincia la jura, y se establece el nombre de República Argentina para el país en su conjunto. A cambio del apoyo de Mitre Derqui avaló la creación de sucursales del Banco de la Provincia de Buenos Aires en el interior y el empleo de la moneda porteña en la aduana, la principal fuente de ingresos de la ciudad porteña y un bien codiciado por el gobierno nacional.
Urquiza se entrometía constantemente en las cuestiones de gobierno, y Derqui decidió que, para poder hacer una política autónoma, sólo podía contar con un aliado poderoso: el gobierno porteño. Por eso permitió a éste retener el control de la aduana de Buenos Aires por varios años más, y sostener un ejército autónomo.
Urquiza también se esforzó por atraerse a los porteños para mantener su control del gobierno federal, y él también intentó acercarse a Mitre.
El 16 de noviembre las relaciones con Buenos Aires volvieron a tensarse por la rebelión en la provincia de San Juan, liderada por Antonino Aberastain, que culminaría con el asesinato del gobernador José Virasoro; Domingo Faustino Sarmiento, ministro de Mitre, no sólo financió y organizó la revolución, sino que aplaudió el asesinato en la prensa. Derqui designó al gobernador de la provincia de San Luis, el general Juan Saá como interventor. Saá rodeó a los amotinados en la batalla de Rinconada del Pocito, el 11 de enero de 1861 y los redujo; Aberastain, antes de ser fusilado, implicaría a Sarmiento.
A principios de 1861, el gobernador cordobés Mariano Fragueiro derrotó una revolución en su contra, pero la provincia quedó envuelta en el caos. Derqui decidió intervenir el gobierno de la misma, y se trasladó él mismo a Córdoba. Fue el único caso de una intervención federal dirigida por un presidente en la historia argentina.
Batalla de Pavón
El clima de hostilidad dominó la elección de los delegados porteños a la nueva convención constituyente, en la que se empleó la ley provincial, pese a haberse promulgado normativa nacional para la misma. El gobierno de Derqui declaró nula la elección y convocó a una nueva, pero Mitre se negó a acatar la medida. Urquiza negó su apoyo al presidente, con lo que las relaciones con Buenos Aires se paralizaron. Derqui declaró a la provincia en sedición, y el resultado casi inmediato fue la reanudación de las hostilidades.
Estando en Córdoba, el presidente organizó un ejército en esa provincia y encargó a Urquiza que reuniera la caballería y la artillería del litoral. Igualmente, el presidente intentó seguir negociando, mientras Urquiza negociaba por su parte. Poco antes de la batalla, Derqui decidió reemplazar a Urquiza por Saá como comandante en jefe del ejército de la Confederación, pero por el momento debía apoyarse una vez más en el entrerriano. Cuando se enteró, Urquiza se sintió traicionado por el presidente, como si éste no pudiera elegir al comandante del ejército. El sistema de los caudillos se había metido impropiamente en un asunto nacional.
El 17 de septiembre de ese año Mitre avanzó con más de 15.000 hombres contra las fuerzas ligeramente superiores y mejor equipadas de Urquiza en la batalla de Pavón. La caballería confederada arrasó con el frente del ejército porteño, pero gracias a una hábil estrategia la columna central de la infantería porteña se hizo con gran parte de la artillería de sus oponentes y soportó la embestida. La batalla estaba ún indecisa cuando Urquiza, juzgando demasiado alto el precio a pagar por la victoria, se replegó, dejando a los porteños momentáneamente dueños del campo.
Sin caballería, Mitre tuvo que replegarse a San Nicolás de los Arroyos, con lo que el campo de batalla quedó en manos federales; pero Urquiza cruzó el río Paraná con sus tropas y se encerró en Entre Ríos. El gobierno nacional y el presidente Derqui quedaron así abandonados.
El final de la Confederación Argentina
Algunas semanas más tarde, el ejército de Mitre avanzó hacia el interior, deponiendo al gobernador de Santa Fe y masacrando a las fuerzas federales en Cañada de Gómez; el avance no se detendría hasta dominar todo el interior del país, lo que llevaría a la deposición de ocho gobernadores legítimamente electos.
El 5 de noviembre, Derqui embarcó hacia el Uruguay en el buque inglés Ardent; nunca firmó una renuncia, apenas una carta personal a Pedernera, en la que le pedía que arreglara con Urquiza y revirtiera la situación. Pero era demasiado tarde; Entre Ríos y varias provincias más desconocieron la autoridad del gobierno nacional y delegaron las funciones de éste en Mitre. Pedernera declaró disuelto el gobierno nacional el 17 de diciembre.
Vivió humildemente en Montevideo hasta 1864; las estrecheces que pasó indujeron al Canciller del gobierno de Mitre, Rufino de Elizalde, a ayudarlo a regresar a Corrientes. Cuando el mariscal Francisco Solano López invadió por sorpresa la ciudad en abril de 1865, Derqui se negó a prestarle apoyo, lo que lo llevó a la cárcel brevemente. Cuando la ciudad fue reconquistada por las tropas argentinas, volvió a la cárcel por sospechoso de haber colaborado con la invasión. Al salir, se encerró en su casa para siempre.
El 5 de noviembre de 1867 murió en Corrientes en la pobreza más extrema; sea por enemistad personal con el obispo de la diócesis, el mismo Benito Lascano a quien había expulsado de Córdoba 37 años antes, o por la imposibilidad de sufragar los gastos del funeral, sus restos permanecieron varios días insepultos hasta que una moción popular logró que se le enterrase en el cementerio de Corrientes. Actualmente sus restos descansan en la Parroquia La Santísima Cruz de los Milagros, en Corrientes (Capital).
Era un hombre muy capaz y tenaz, y que muchas veces lograba lo que se proponía. Pero sus costumbres lo hacían aparecer como un holgazán, al punto que a veces despachaba sus asuntos desde la cama. Por lo menos, eso se dijo en su época.
De inclinaciones liberales, era un federal convencido, que buscó con tenacidad la unión del país y la paz. Pero éstas no eran ya posibles; finalmente todos le echaron la culpa del fracaso y nadie lo defendió. Los dos bandos culparon por la guerra iniciada en Pavón quien más había tratado de evitarla.

El 21 de Junio de 1889
Nace en Villa Constitución (provincia de Santa Fe) el sacerdote jesuita y documentado historiador Guillermo Furlong, autor de obras como "Los jesuitas y la cultura rioplatense", "Naturalistas argentinos durante la dominación hispánica", "Entre los mocovíes de Santa Fe" y "Entre los abipones del Chaco". Falleció en Buenos Aires en 1974.






1960
Se crea la Universidad Católica de Santiago del Estero.
En la segunda mitad del siglo veinte la cuatro veces centenaria ciudad de Santiago del Estero vio nacer un anhelo largamente esperado: la creación de una Casa de Estudios Superiores, que por la inspiración de un grupo de laicos católicos comprometidos con su comunidad, con la ayuda de la Congregación de los Hermanos de la Misericordia, y la bendición del Obispo, proyecta la fundación del entonces Instituto Universitario "San José". 

Es así como un 21 de junio de 1960 abre sus puertas el Instituto Universitario San José de Ciencias Políticas, Sociales y Económicas. Esta institución nacería en un momento histórico especial, dentro de un tejido socio-cultural particular y respondería a cuestionamientos de un grupo humano cuyo objetivo primordial fue brindar a los jóvenes santiagueños estudios superiores con nivel universitario, para evitar el éxodo a provincias ajenas. 

La primera Escuela inicia sus actividades en calle Libertad 315 sede del Colegio San José dependiente de los Hermanos de Nuestra Señora de la Misericordia, comunidad religiosa que acompaña hasta hoy los destinos de esta Universidad. 

Grande fue el desafío de comenzar a formar una comunidad universitaria que dio inicio con el dictado de las carreras de Ciencias Políticas y Sociales y Administración de Empresas.
Con fecha 15 de mayo de 1961, por Decreto del Ilustrísimo Vicario Capitular de la Diócesis Monseñor Francisco Dubrovich, se confiere al Instituto la aprobación eclesiástica de sus Estatutos y mediante Decreto Serie A Nº 1960 del 13 de noviembre de 1961, el Superior Gobierno de la Provincia le otorga la personería jurídica. 
Atenta a numerosas inquietudes y necesidades reales del medio, la universidad fue creciendo dando respuestas positivas a la sociedad. En 1962 crea la Escuela de Psicopedagogía con la carrera de Jardín de Infantes, especialidad del área de educación carente en nuestra provincia. 
En 1963 la carrera de Administración de Empresas se reorientó hacia Contador Público, por una significativa demanda y se proyectaron también las carreras de Procuración y Actuario Judicial. En 1964 se creó la carrera de Ciencias de la Educación. 
Muchos fueron los desvelos y esfuerzos por alcanzar su deseada Autonomía, hasta que un 27 de agosto de 1969 el Poder Ejecutivo de la Nación, por Decreto Nº 4793/69 otorga la autonomía a la UCSE y reconoce a sus títulos validez nacional.

1967 Muere en Buenos Aires el notable actor de carácter Luis Arata. Luiggi Pirandello lo felicitó personalmente por la interpretación de "El gorro de cascabeles", de este autor, considerándola la mejor interpretación de la obra. Al margen de su actividad como actor, fue campeón de tiro al blanco y pintor aficionado. Nació en Buenos Aires el 23 de agosto de 1895.

Su nombre real era Luis Arata Elizondo, y en 1914, por sugerencia de Roberto Cassaux inició su carrera en la compañía de Rosa Surlo acompañando a Enrique de Rosas en el Teatro Variedades. En 1916 debutó en el cine mudo con “Resaca”, de Atilio Lippizi, donde participó Camila Quiroga y Arata intervino en su versión teatral. En 1923 formó su propia compañía de teatro con la que actuó en Azul (Provincia de Buenos Aires) y en el Teatro Boedo de Capital Federal, estrenando “Morriña, morriña mía”, escrita por Enrique García Velloso. Junto a Leopoldo Simari y José Franco integró un trío que con piezas sencillas, entretenidas y de gran calidad actoral cosechó aplausos y elogios de la crítica.

      Noctámbulo empedernido, era afecto a las largas charlas con amigos después de las funciones teatrales, incursionó en la pintura siendo autor del cuadro "Autorretrato", y fue un gran tirador con armas de fuego; lo que le valió conseguir, gracias a esa excelente puntería, premios muy importantes en esa disciplina deportiva.

      Formó  parte del elenco de “Ilberreto di sonaglia” (El gorro de cascabeles), trabajo por el cual fue felicitado por Luigi Pirandello. A partir de este verdadero espaldarazo su carrera cinematográfica fue en ascenso, compuso a Serapio en “Lo que le pasó a Reynoso” el emblemático film de Leopoldo Torre Ríos de1937. Ese mismo año acompañó a Irma Córdoba en “La muchachada del circo”, y se lució en el  interpretando al padre del personaje de José Gola en el dramático film “Fuera de la ley. Su nombre figura en los elencos de diecisiete películas nacionales en las que actuó bajo la dirección de importantes directores como Daniel Tinayre, Manuel Romero y Augusto César Vatteone.

      Su capacidad interpretativa ha dejado memorables huellas en la historia de nuestro cine. Basta recordar –además de las antes nombradas– su composición de Miguel, en “Mateo”; aquel Joaquín Soler de “La Morocha” acompañando a Tita Merello y a Alfredo Alcón; o el Don Zerpo de “Cinco gallinas y el cielo”, junto a Narciso Ibáñez Menta, película dirigida por Rubén W. Cavalloti. Trabajo–este último–por el que fue premiado como Mejor Actor de Reparto por el Instituto de Cine de Argentina.

      Aumentó  aún más su popularidad en los ciclos de televisión “Don Camilo” y “La hora Fate”, por Canal 9. En 1960 actuó en la obra Caramelos surtidos, en el Teatro Presidente Alvear. Realizó su última intervención cinematográfica en El perro que vio a Dios, la cual fue estrenada en 1965, dos años antes de su deceso. Estuvo casado con la actriz Berta Gangloff, quien lo acompañó en teatro asiduamente.

0 comentarios: